Los defensores del cannabis aseguran que sus derivados no producen adicción, que sus efectos son pasajeros y que no causan daños al cuerpo y que al ser natural, no envenena a quien la consume.
La conclusión es que mucho cannabis durante su adolescencia tiene más posibilidades de morir antes de los 60 años de edad.
Para llegar a esta conclusión se han analizado los historiales clínicos de 45.000 hombres que hicieron el servicio militar en Suecia entre 1969 y 1970. A la vez, se revisó la causa de muerte de todos ellos.Se concluye que los que fumaban marihuana o derivados en su adolescencia tienen hasta un 40% más de probabilidades de morir antes de cumplir los 60 años. Esta circunstancia se da en aquellos que consumieron 50 veces o más durante su juventud.
Y no solo eso. También se ha descubierto que las posibilidades de morir en un accidente o quitándose la vida se disparan entre los consumidores. Los investigadores aseguran que los que fuman porros suelen tener peor salud, y que pueden desarrollar problemas como cáncer de pulmón o de boca, de manera más habitual que lo que no fuman.
“Un estudio publicado en 2012 reveló que el consumo de grandes cantidades de marihuana podía hacer descender el coeficiente intelectual hasta en 8 puntos”.
Todas aquellas personas que empiezan a consumir marihuana o hachís antes de los 16 años pueden sufrir un desarrollo anormal de la corteza cerebral, lo que puede devenir en problemas emocionales y de personalidad, advierte el mismo doctor Kevin Hill.
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